Cinco razones que explican la rivalidad entre Cristal y Universitario | Noticias del Perú y del Mundo

sábado, 18 de julio de 2009

Cinco razones que explican la rivalidad entre Cristal y Universitario


En los ‘90 los enfrentamientos entre celestes y cremas adquirieron el color de un clásico EL AMOR ES CIEGO
El amor es extraño y “Ciego”: Oblitas quiere a la “U”, pero es feliz con Cristal. A inicios de los noventa, Juan Carlos era el técnico más prometedor del fútbol peruano y Cristal aspiraba, con inteligencia, planificación y dinero, convertirse en la institución modelo del país. Entonces hubo coqueteos, llamaditas, y clic: el “Ciego” fichó por el club rimense en 1991 y le dio prestigio: El tricampeonato 94-95-96 capturó para siempre al 14% de los hinchas en el país. Nunca más ese tímido 7% en las encuestas. Ningún Universitario iba a romper ese Cristal. Ni siquiera el “Ciego”, hincha confeso, que a cambio lo blindó.

EL BUS
“Aquí no vamos a explicar nada”. La frase es del locutor en “off” del DVD “La vida en una tribuna”, el único documento fílmico oficial que cuenta la historia de la Barra Norte. La frase corresponde al episodio de abril de 1991 en que un grupo de barrabravas de la “U” habría quemado la coaster que transportaba a la delegación celeste, tras un partido en el viejo Lolo Fernández. El superclásico era con Alianza, el clásico moderno con Municipal, pero el “U”-SC ya tenía todos los ingredientes. La web oficial del Extremo Celeste dice que para ese clásico se juntaron más de 300 hinchas que se apertrecharon con “máqui- nas” (revólveres) y todo aquello con lo que pudieran defenderse. La violencia, ese espíritu maligno, asomaba por la puerta de la tribuna.

EL GOL DE LOS 17 TOQUES
Jorge Soto toca largo desde occidente. Earl recibe y juega con Solano. Ole. Ñol traslada con su fabuloso pie derecho. Ole. Martín Rodríguez, de la “U”, corre y no llega; no marca, solo persigue. Y ole. Ñol juega con Pinillos que se da el lujo de tocar sin ver. Ole. Y sigue Solano pero hace postas con Soto. Ole. Y otra vez Ñol, el alumno que un año después iba a ser “Maestrito”, toca de taco para Julinho. Ole. El brasileño lo imita. Ole. Maestri festeja y Yupanqui sufre. El 20 de julio de 1994, Cristal derrotó 2-0 a la “U” así. La imagen de Global TV tiene a Flavio con el puño en alto frente al Extremo. ¿Hubo resaca más inolvidable que esa con Cristal?Ole.

LOS AMIGOS QUE PERDÍ
En 1996, Cristal ya era el enemigo (Alfredo González dixit). El “Puma” Carranza decía que sus hinchas eran “diez pavitos” (sic) y Maestri respondía celebrando tipo “gallinita”. Unos hinchas de Norte agredían a Franco Navarro y Rafael Quesada y el Extremo celebraba campeonato tras campeonato. Incluso delante de la Trinchera. El 27 de octubre de 1996, el equipo de Markarián jugaba por el “tri” y la “U” de Luján Manera lo hacía por el honor. Pero el incalificable arbitraje de Jorge Torres hizo estallar el Nacional. De bronca. No expulsó a Pedro Garay por una falta evidente contra Guadalupe y sí a Paolo Maldonado por doble amarilla. Pero la cámara de Global TV no seguía los festejos celestes. Perseguía a Luján Manera. Y este perseguía a Markarián.

EL HOMBRE QUE FUE FANÁTICO
Solo faltaba que un ídolo de Universitario se pusiera la camiseta del celeste. Solo le faltaba eso a esta rivalidad. Y pasó. El 20 de agosto —justo el mes de aniversario de la “U”—, Chemo del Solar visitó por primera vez el Monumental como un ilustre enemigo: había decidido firmar como técnico de los celestes —y ponerse la insignia en la solapa del Armani—. A la bandera “Gracias, eternamente”, que lucía los rostros de Lolo, Carranza y Del Solar le quitaron este último. Y con ese gesto lo sacaron del corazón de la popular. “Sabía que iba a ser la persona más odiada del Perú”, le dijo días después a El Comercio. No se equivocó.

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