"Valoro lo que me dio la 'U'"

Juan Reynoso habla sobre su nueva etapa como entrenador de la “U’ y su familia. Ahora está haciendo carrera como entrenador en el Perú, pero no niega que su gran objetivo es volver a México.Es serio, a veces demasiado parco, pero nadie puede negar que es sincero y que dice las cosas de frente. Juan Reynoso –ex jugador de Alianza Lima, Universitario, Cruz Azul y Necaxa– es el técnico de los cremas, a los que ubicó en la punta del Descentralizado. En la siguiente entrevista, el “Cabezón’ cuenta algunos pasajes desconocidos de su vida, su familia y de cómo siente el fútbol. Ahora está haciendo carrera como entrenador en el Perú, pero no niega que su gran objetivo es volver a México.

Usted se inició en Alianza, pero ¿pensó que se iba a identificar con la “U’?
Estuve un año y medio y, por suerte, por donde he pasado, siempre dejé la puerta abierta. Valoro mucho lo que me dio la “U’, la posibilidad de irme fuera del país. Antes de eso tuve algunas chances y me las escondieron, pero en la “U’ fueron transparentes conmigo.

Su pase a la “U’ fue un boom ya que, así nomas, no pasaba un jugador siendo de Alianza Lima…
Sí, marcó un antes y un después. Fue algo muy mediático y traumático para algunos. Pero creo que fue una de las decisiones más importantes en mi vida profesional y personal.

Tras vivir mucho tiempo en México, ¿qué lo trajo de vuelta al Perú?
Mi plan original era quedarme en México y quemar etapas como técnico, pero vino la oferta de la selección que estaba bien avanzada y, a último momento, las cosas cambiaron de rumbo cuando tenía más de una tonelada de equipaje en Lima, con mis hijas y mi familia aquí. Tuvimos que buscar un plan B. Entonces, decidimos quemar etapas en Perú.

¿Qué técnicos lo marcaron?
De todos se aprende, hasta de los más malos aprendes. En Perú he puesto por arriba a Juan Carlos Oblitas, que me marcó como persona y como profesional. Después, Sergio Markarián, José Luis Trejos, el “profe’ Enrique Meza, que fue el que me llevó a México.

¿Es complicado dirigir a un amigo como Nolberto Solano?
No, ya lo hice en Bolognesi cuando traje a unos amigos, pero los traje por ser buenos jugadores. Con “Ñol’ no es la excepción. De él nació que cuando tenga que llamarle la atención o exigirle, que lo haga sin problemas. En el campo soy el DT y, fuera, somos amigos.

¿Cuántos hijos tiene?
Tres. Marcia (12), Fernanda (11) y Valentino (4). Mis hijos son más mexicanos que peruanos, son los que más sintieron el cambio y añoran México, y saben que en el mediano plazo vamos a regresar. Ojalá se cumplan los tiempos.

¿De su vida cotidiana se le ha quedado algo pegado de México?
Siempre hemos sido de salir a cenar, de disfrutar los sábados y domingos con la familia. Los tacos, creo que a la comida es a lo que más nos hemos adaptado. Y otra cosa que se nos ha pegado bastante es la música. Me gustan mucho las rancheras, los boleros mexicanos, la música norteña de México.

¿Y usted es de cantar?
Para nada. Bailando que por ahí me defiendo, pero cantando soy malísimo.

¿Prefiere un pisco o un tequila?
No hay duda, un pisco, seguro.

¿Qué comida peruana le gusta más?
Muchas. A mis hijos les gusta el cebiche, la papa a la huancaína y la pollada.

¿De qué barrio es?
De Barranco, pero en mi adolescencia viví en Pacífico, que está por Sol de Oro, por la avenida Universitaria. Ahí vive mi abuelita. Todas las vacaciones las pasaba por allá.

De no ser futbolista, ¿a qué se habría dedicado en la vida?
Me hubiera gustado ser doctor. Pero no sé si por buena o mala suerte fui futbolista y ahora soy entrenador.