Sube la tensión en Honduras tras el fracaso de la mediación | Noticias del Perú y del Mundo

lunes, 20 de julio de 2009

Sube la tensión en Honduras tras el fracaso de la mediación


El presidente costarricense, Óscar Arias, y el secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, temen un derramamiento de sangre. La Unión Europea suspendió el envío de 65,5 millones de euros en ayuda financiera. Las presiones internacionales contra el Gobierno hondureño interino aumentaron hoy con la suspensión de la ayuda financiera de Europa y advertencias de observadores sobre un baño de sangre si no es restituido el depuesto mandatario Manuel Zelaya.

En tanto, simpatizantes del presidente derrocado salían a las calles para exigir su restitución alentados por el anuncio de Zelaya de que regresará al país en los próximos días, lo que avivó los temores de que se desate una guerra civil tras el fracaso de las negociaciones en Costa Rica.

La Unión Europea -que ya había retirado embajadores en Tegucigalpa- suspendió el envío de 65,5 millones de euros en ayuda financiera al empobrecido país ante el naufragio de las conversaciones para instaurar a Zelaya al frente de un gobierno de unidad nacional, debido a la negativa del presidente interino Roberto Micheletti.

Con ello se sumó a Estados Unidos, que había suspendido programas de ayuda militar por 16,5 millones de dólares y amenazado con cancelar otros 180 millones; y al Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, que detuvieron créditos con un impacto estimado de 200 millones de dólares este año.

La comunidad internacional liderada por Naciones Unidas exige el retorno de Zelaya al poder, pero el Gobierno interino que asumió tras el golpe de Estado de hace tres semanas asegura que eso no es negociable.

Micheletti ha advertido que, si el mandatario derrocado pisa suelo hondureño, será arrestado para ser juzgado por varios cargos, entre ellos por supuestamente haber violado la Constitución al intentar hacer un referendo que abriera paso a la reelección presidencial.

Zelaya dijo que regresaría el fin de semana a Honduras debido al fracaso de las conversaciones del sábado y el domingo auspiciadas por el presidente costarricense, Oscar Arias.

Arias pidió 72 horas para hallar otra una solución y evitar lo que consideró un posible un “derramamiento de sangre”.

*COMPAS DE ESPERA. * El rechazo a la propuesta de Arias, premio Nobel de la Paz, profundizó el aislamiento internacional de las autoridades interinas.

En un intento de evitar brotes de violencia, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, decidió hoy “hacer un llamado a ellos (por los simpatizantes de Zelaya) y a todos a que demos las 72 horas que el presidente Arias ha planteado antes de sacar ninguna conclusión sobre este asunto”.

Cientos de manifestantes a favor de Zelaya, muchos de ellos sindicalistas, protestaban frente al Congreso, rodeados de unos 150 soldados y policías antimotines.

Los partidarios del depuesto presidente planeaban paralizar este jueves y el viernes en todo el país.

La Policía hondureña advirtió que no toleraría que los manifestantes en Tegucigalpa se pasen de la raya y que actúen de “manera terrorista”. Las autoridades interinas desplegaron soldados en distintos puntos del país ante el eventual regreso de Zelaya.

“Yo no creo que sea un buen camino el de la insurrección y el de la confrontación, pero creo que no lo vamos a evitar si no hay de parte del Gobierno de facto alguna flexibilidad”, dijo Insulza a una radio chilena.

“Eso va a ser un asunto complicado y yo espero que lo podamos evitar, pero la verdad es casi imposible evitarlo o hacer llamados a la calma cuando la dictadura pretende a vista y paciencia de toda la gente quedarse en el poder”, agregó.

DESAFIO PARA EE.UU. El agotamiento de la vía diplomática supone un desafío para el Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama, que apostaba por las negociaciones para restituir a Zelaya.

En cambio, el presidente venezolano, Hugo Chávez, un cercano aliado de Zelaya, acusó a Washington de estar tras el golpe de Estado y calificó como “blandas” las medidas tomadas por la comunidad internacional contra el Gobierno interino.

Zelaya, un empresario maderero, intentó regresar a Honduras el 5 de julio a bordo de un avión venezolano que no fue autorizado a aterrizar.

La operación terminó en tragedia cuando un joven cayó abatido por los disparos de soldados que custodiaban el aeropuerto de Tegucigalpa.

Pero también la consigna del Gobierno de facto parece ser resistir la presión internacional. ¿Cuánto? “Lo que sea necesario”, dijo a Reuters el portavoz René Zepeda.

Analistas creen que la meta de Micheletti es llegar hasta las elecciones de noviembre, cuando esperan que un nuevo Gobierno les permita dejar atrás la página del golpe.

“El cálculo de ellos es que van a aguantar estos cuatro meses hasta las elecciones, claramente”, dijo el analista Kevin Casas-Zamora, del Brookings Institution en Washington.

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