"Me doy una ducha y luego me esperas en la cama" | Noticias del Perú y del Mundo

lunes, 20 de julio de 2009

"Me doy una ducha y luego me esperas en la cama"


Esta frase la dice Silvio Berlusconi en una de las cinco grabaciones que Patricia D’Addario, la prostituta que asegura haber recibido dinero por mantener relaciones sexuales con el primer ministro italiano, le entregó a la Fiscalía italiana, informó la revista L’Espresso. Patricia D’Addario, la prostituta que asegura haber recibido dinero por mantener relaciones sexuales con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, le entregó a la Fiscalía italiana cinco grabaciones cuyas transcripciones fueron publicadas por la revista L’Espresso.

Las cintas confirmarían el relato de la prostituta, de 42 años, que brindó información sobre las fiestas en la residencia del primer ministro italiano en la isla Cerdeña y en el Palazzo Grazioli.

Según la mencionada revista, en el material magnetofónico al que tuvo acceso se escucha la voz de Berlusconi, quien negó conocer a D’Addario, a la que acusó de haber sido “pagada” para participar en un complot en su contra.

D’Addario, contratada por el empresario y amigo íntimo de Berlusconi Gianpaolo Tarantini, se encontró con el primer ministro italiano en dos ocasiones distintas en el palazzo Grazioli: la primera en octubre de 2008, donde asistió a una cena con 20 prostitutas y jóvenes en la que no quiso participar de una orgía, y la segunda en noviembre de ese mismo año, donde se quedó a pasar la velada con Berlusconi.

LAS GRABACIONES. En la primera de las cinco conversaciones se escucha a una voz masculina explicándole a la mujer que el primer ministro es “un poco alegre, canta y cuenta chistes”.

En la segunda se escucha saludar a Berlusconi y D’Addario se presenta y en otra se escucha al primer ministro invitando a la mujer a esperarlo en la habitación tras mostrarle un catálogo de joyas, algunas diseñadas por él mismo.

“Yo me doy una ducha y luego me esperas en la cama si terminas primero tú”, dice la voz que, según la revista, es de Berlusconi, a lo que D’Addario responde: “¿Qué cama?, ¿la de Putin?”. El primer ministro, por su parte, responde afirmativamente.

Terminado el encuentro, D’Addario vuelve al hotel donde se hospedaba y grabó una conversación con Tarantini. Le explica que no ha recibido el sobre con el dinero. Además, le cuenta que Berlusconi le prometió interesarse por el complejo residencial que quiere construir en Bari.

En la última conversación, Berlusconi llama a la prostituta y le dice que ha trabajado mucho y que ha dado un discurso. Ella le responde que ha perdido la voz y que no tiene sueño. El primer ministro le dice: “¿Y eso? Si no gritamos”, ella le contesta: “Yo tampoco he gritado, quién sabe por qué he perdido la voz. ¿Sabes por qué? Porque me he duchado 10 veces con agua helada porque tenía calor”.

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